Mi puerta a la libertad o a la realidad... ¿Quién sabe?
Esta historia la recibimos de una lectora, como dijimos antes tendremos una parte del blog para nuestras propias historias... esta es la primera, aquí se las dejamos... pueden opinar ya sea en el blog o en la pagina de Facebook.
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Dicen por ahí que la mejor forma de empezar una historia es comenzar con el primer incidente importante o impactante de la historia, y luego contar el resto. Así que voy a empezar con mi momento de luz, si se puede decir así… Tenía unos diez y tantos casi acercándome a los veinte, era una persona totalmente indiferente al mundo, a lo que quería, a lo que sentía… Una persona completamente aérea, como solemos decir. Y solo sabia que quería una cosa “Libertad”, y ¿Que era la libertad para mí, si no sabía lo que quería?… Si alguien en ese tiempo me hubiese preguntado que era, de seguro le hubiera respondido con el verdadero disparate.
La cosa es que, en plena búsqueda de aquello, en pleno descubrimiento personal, comencé a darme cuenta de que no me llamaban la atención las personas de mi sexo opuesto (todos buscamos amor sin importar el momento de crecimiento personal, ¿Cierto?), sabía lo que implicaba esto, pero el miedo me hizo obviar este detalle y pasar página… Hasta que conocí esa persona “especial” que me hizo sentir maripositas en el estomago, Hahaha Si así de cursi, y mucho más cuando se está enamorado…Uyuyuii El “amor” había llegado a mi vida por primera vez, ¡perfecto!, pero había un pequeño detalle… ¡Adivinen que! Me había enamorado de una mujer, uff y ¡Adivinen que! Yo también soy mujer. ¿Quién lo diría? Yo misma nunca me lo imagine, siempre me veía con una familia –Mujer y Hombre-, con una familia “”NORMAL”” según lo que me inculco la sociedad donde crecí (RD). Y ustedes deben saber lo difícil que es romper con ese tabú, esa batalla interna, ese miedo, para llegar a entender que se ama a una persona no su género, y así aceptarnos a nosotros mismos, como persona única en este mundo.
Aun así, aun muerta de miedo… Hay estaba yo, jugándomela por lo que quería y todo esto me salía de la forma más natural Lol, como si hubiera sabido de antes lo que quería, “Lo que soy”. Pero, aun teniendo una relación seria con esa persona que le había dado significado al amor en mi vida, no me sentía preparada para Salir del Closet, ni con mi familia ni con mis amigos de aquel entonces. Tenía tanto miedo al rechazo que preferí quedarme con el secreto, mi gran error, como si fuera posible que algo en esta isla tropical se mantuviera en secreto, donde todo el mundo tiene ojos hasta en la espalda para juzgarte, donde te viven la vida mil veces con tal de encontrarte el mínimo defecto y así poderte decir en la cara “Yo soy mejor persona que tu”.(Eso es lo que ensena esta sociedad la “Competencia”, ¿Correcto?), total, como si fuera posible definir quién es mejor que quien, yo creo que hasta el mismísimo Dios se le haría difícil elegir entre dos personas la mas “buena”.
En fin al final exploto el secreto, y me empujaron del closet, si así mismo, yo no salí del closet “me empujaron” – Es pa’ afuera que va–, yo no sé si era que estaba muy lleno o qué, pero de un momento a otro, sin esperarlo estaba yo afuera, sentada al frente de mis padres, a la espera de responderle todas sus preguntas, y todas estas preguntas solo llevaban a una sola respuesta… Y yo, que aprendí desde chiquita que la mentira es mala, respondí: – SI, soy Lesbiana–… Y desde ese momento en adelante mi vida dio un giro de 360 grados, se puede decir que mi vida fue y es a partir de ese momento.
La batalla no fue fácil debo confesarles, todavía sigue de vez en cuando. Los amigos que tuve antes de eso, desaparecieron por completo, pero me siento contenta al decir que llegaron personas mejores a mi vida, amigos reales, amigos con los que soy completamente sincera conmigo misma y con ellos también claro (siempre he dicho que la sinceridad empieza con uno mismo)… Mis padres lloraron, patalearon, lo negaron, hicieron de todo, créanme de TODO, con tal de que siguiera siendo esa niña ilusa que un día fui… Pero como todo padre que ama a su hijo al final termina aceptando que la felicidad solo se obtiene siendo la persona quien uno es realmente.
Confieso que tomo tiempo para que las aguas se calmaran, más del tiempo que esperaba por supuesto. También debo confesar que estoy consciente, que si me hubiera puesto los pantalones a tiempo y hubiera salido de ese closet por mi cuenta, las cosas hubieran marchado un poco mejor y el peso que lleve hubiera sido más ligero.
Paso lo que paso, pero como tenía que pasar. Sé que cometí mis errores pero no me arrepiento, porque esos errores que cometí ayer hicieron a la persona que soy hoy. Una persona sincera y orgullosa de sí misma, lo suficientemente orgullosa y sincera para decir que soy “Lesbiana, Gay y/u Homosexual” (cualquiera que sea la etiqueta)…
“La dureza de las condiciones de la vida,
es la condición indispensable para la ascensión de la persona humana.”
- Alexis Carrel
-Bc
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